El cielo es el límite: las seis ventajas (y tres desventajas) del cloud computing
- Sercaman
- 9 de agosto de 2022
- Actualidad
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Piense en la diferencia que ha supuesto el cloud computing en nuestra vida diaria: GMail, Google Drive, incluso Facebook e Instagram; todas las aplicaciones basadas en la nube que tienen datos personales que compartir entre todas las redes. Ahora imagínese que su propia red pudiera beneficiarse de toda esa libertad, movilidad y capacidad de escalado.
De acuerdo al diccionario, cloud computing (computación en la nube) significa “la práctica de utilizar una red de servidores remotos alojados en Internet para almacenar, gestionar y procesar datos en lugar de hacerlo en un ordenador personal o un servidor local”.
Más allá de esa definición básica, y hablando del mundo real, lo que representa es que el cloud computing forma parte de casi todo lo que hacemos en nuestra vida diaria. Aplicaciones bancarias, redes sociales, almacenamiento de fotos, correo electrónico, compra online. Todo eso es posible gracias a la nube.
Naturalmente no alcanza sólo a nuestras vidas personales. Las empresas y los gobiernos confían cada vez más en el cloud computing. En la UE aún no forma parte intrínseca de todos los negocios, pero aún así, casi la mitad de las empresas de la UE utilizaron algún tipo de cloud computing en 2020.
Las seis ventajas posibles del cloud computing
Si les preguntáramos a esas empresas cuáles han sido las ventajas de las que han disfrutado gracias al cloud computing su respuesta sería algo así:
- Es flexible: el cloud computing le ofrece a usted y su negocio una forma de trabajo altamente flexible. El plan adecuado de cloud computing puede variarse adaptándose a las necesidades de su empresa. Con frecuencia podrá elegir entre diferentes SLAs (acuerdo de nivel de servicio), minimizar el tiempo de implementación de nuevos recursos, desplegar aplicaciones nuevas o añadir nuevos usuarios en cualquier momento y lugar.
- Es escalable: La nube proporciona elasticidad, que de nuevo es la respuesta perfecta a un mundo que cambia con rapidez y con una incertidumbre creciente. Si su empresa atraviesa una época en la que el negocio flojea, no tiene necesidad de mantener una infraestructura sobredimensionada. Puede sencillamente reducir sus recursos en la nube. Y si, con suerte, el negocio repunta, puede ampliar esos recursos. En lugar de pagar por un exceso de capacidad que está infrautilizado durante los periodos bajos del negocio, puede variar arriba y abajo esos recursos de acuerdo a las necesidades de su negocio.
- Es rentable: Los costes por adelantado se reducen drásticamente. Se acabó la inversión de adquirir hardware y software para funcionar en el propio centro de datos de la empresa. La computación en la nube le permite desprenderse de algunos de los costes y esfuerzos asociados con la compra, instalación, configuración y gestión de su propia infraestructura local, como los servidores, y libera esa inversión para otras áreas de su negocio. En su lugar, su empresa paga por los recursos mediante una suscripción y por uso.
- Optimiza la productividad: Los servicios de cloud computing proporcionan mantenimiento sobre la marcha para los recursos que su empresa utilice. Su proveedor se ocupa de las actualizaciones de software y seguridad, asegurando que sus datos estén seguros y libres de ciberataques como el ransomware. Dado que estas actualizaciones son automáticas, no producen ninguna interrupción del servicio, y aportan regularmente nuevas funciones y optimizaciones, descargando al departamento de IT de parte de su carga de trabajo. Y, al liberarle de parte de sus preocupaciones, le permite concentrarse en mejorar su negocio.
- Es perfecto para el trabajo remoto post-COVID-19: Tras el último año de trabajo en casa forzado, hay estudios que muestran que un porcentaje grande de empleados siguen trabajando desde casa. Y si este impulso hacia la flexibilidad no desaparece, tampoco lo hará el cloud computing, puesto que es la nube la que posibilita ese trabajo flexible y es, básicamente, la única solución adecuada. Los servicios en la nube está disponibles para todos, en todo momento y lugar (siempre que dispongan de una conexión Internet) y por tanto son perfectos para el mundo de trabajo remoto que ha traído el coronavirus. Los empleados disponen de un acceso rápido, seguro y estable a todas las aplicaciones y los datos allá donde estén, y mantener su productividad en casa, en ruta o en la oficina. La impresión es un buen ejemplo de ello. Gracias a la impresión en la nube los empleados pueden enviar sus documentos a la nube mientras están en marcha. Al llegar a la oficina esos documentos pueden imprimirse con autenticación y ser distribuidos por ejemplo a los asistentes a una reunión. Y también se da el caso contrario: pongamos que le envían a su teléfono móvil un documento importante de negocios y quiere imprimirlo en su casa. Como su impresora doméstica está también conectada a la nube, puede imprimir cómodamente al llegar a casa. Sí, así es. La impresión móvil lleva tiempo entre nosotros, pero en su versión clásica el dispositivo móvil y la impresora debían estar en la misma red o ser accedida mediante una VPN. Con la impresión en la nube esto ya no es necesario.
- Es seguro en todos los ámbitos: la seguridad de los datos es la principal preocupación que se cita cuando se trata de trasladar un negocio a la nube. Y naturalmente sus datos son lo más valioso que tiene su empresa, y es normal preocuparse al pensar en ponerlos en manos de un proveedor externo. Hay muchas buenas razones por las cuales la nube es más segura que las instalaciones de la empresa, desde los servidores ubicados debajo de la mesa de alguien hasta la falta de expertos de seguridad en la empresa. Para estar tranquilo simplemente compruebe que su proveedor de recursos en la nube cumple con los estándares de seguridad más exigentes. Esto incluye la política Zero Trust, un centro de datos con certificación ISO 27001 (los centros de datos, especialmente en la UE, deben cumplir con un buen número de leyes relacionadas con la privacidad, especialmente el RGPD/GDPR), encriptación extremo a extremo y medidas de recuperación ante desastres que incluyan el paso automático de operaciones a un centro de datos de respaldo. Hay otros elementos importantes, como la monitorización 7×24, alimentación ininterrumpida y actualizaciones de seguridad permanentes. Y una vez todo es seguro las posibilidades del cloud computing son ilimitadas. Aplicaciones para la colaboración entre empleados, flujos de trabajo, CRM, ERP, análisis de datos, todo puede hacerse. Para asegurarse una experiencia de la nube total y productiva, incluso la impresión puede hacerse en la nube. Imagínese que tiene una reunión con un cliente en un lugar, revisa sus notas mientras espera el vuelo que le lleva de vuelta a casa, hace clic en Imprimir en su teléfono móvil y tiene la impresión esperándole cuando llegue a casa. Es más rápido, más fácil e infinitamente más productivo. El cielo es el límite.
Las tres desventajas del cloud computing
Claro, no todo es perfecto. Como ocurre con todo en la vida, el cambio al cloud computing tiene también sus desventajas. Son fáciles de solucionar, pero son desventajas al fin y al cabo.
- No hay una talla para todos los tamaños: cloud computing es un término general, no una cosa real. De hecho existen varios modelos de nube disponibles, como pública (con acceso a través de Internet y compartida con otras organizaciones), privada (utiliza sólo por su empresa) e híbrida (una mezcla de ambas), y usted tiene que adoptar el modelo más adecuado para su negocio. Dependiendo de sus necesidades individuales, puede necesitar combinar todos los modelos de nube en una multiestrategia de la nube consistente en diferentes nubes para diferentes tareas.
- El cambio no le gusta a todo el mundo: el cambio físico de los sistemas locales al cloud computing se hace sin problemas, pero la parte emocional puede no ser tan fácil. Aunque el cambio suponga un mínimo de disrupción y un trabajo más fácil para los empleados, puede llevar algún tiempo convencer a algunos para que se sumen a ese cambio. Siempre hay personas reticentes al cambio tecnológico (especialmente si temen rupturas de datos privados) y para ello es necesario poner en marcha una estrategia de cambio adecuada que incorpore a todos.
- Va necesitar ayuda: La integración de la nube con la infraestructura existente no es algo que pueda hacer usted solo. Se necesita planificación y una puesta en marcha profesional, y siempre es una buena idea utilizar un socio externo que pueda ayudarle con la estrategia de implementación más adecuada.