Cronobiología: Tu productividad óptima
- Sercaman
- 20 de septiembre de 2022
- Actualidad
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Aquellos que son conscientes de sus propios ritmos biológicos y desarrollan rutinas de trabajo adecuadas se beneficiarán de ello. Tenemos ejemplos de ello en las rutinas diarias de los emprendedores más eficientes y exitosos.
Empezar el día con tranquilidad sería estupendo, pero para las personas con éxito es un lujo que no pueden permitirse. En lugar de eso, tienen a menudo un día meticulosamente estructurado que armoniza óptimamente con su curva personal de rendimiento.
Por ejemplo, Jack Dorsey, el millonario y CEO de Twitter y Square quien, tras siete horas exactas de sueño, empieza el día con un baño helado. Los martes y los jueves trabaja desde casa, porque le ayuda más a pensar. Se salta el desayuno y la comida para poder concentrarse, y toma su primera comida del día por la tarde.
Se dice que, en cambio, Albert Einstein se pasaba diez horas o más en la cama, y que el sueño le ayudaba a pensar en su teoría de la relatividad. No cabe duda: Hay considerables diferencias entre las personas y su rendimiento óptimo.
Personas y cronobiología: ¿Qué hace que tu cuerpo haga tic-tac?
Los hábitos de Dorsey están en el lado más extremo de la escala cuando se trata de alcanzar el máximo potencial de rendimiento personal, pero representan una tendencia que se está extendiendo cada vez más: Trabajar en condiciones óptimas. Y esto puede variar mucho de una persona a otra.
Los científicos han descubierto que cada persona, y cada organismo, tiene una especie de reloj interno. Se trata de un ritmo propio, establecido genéticamente, que nos hace hacer «tic-tac», ya sea para levantarnos temprano o tarde.
La cronobiología es el estudio de estos ritmos biológicos: Nuestro cuerpo actúa como un cronómetro propio; genes específicos oscilan en casi todas nuestras células y nuestro cerebro crea un ritmo individual para la descarga de hormonas y nuestro comportamiento respecto al sueño y la vigilia.
En este contexto, el cambio entre día y noche — el ritmo natural de luz y oscuridad — es el temporizador más importante en nuestro reloj biológico. Pero, desde que inventamos la luz artificial, le hemos confundido cada vez más. Esto ocurre porque mientras las fuentes de luz naturales, como la luz del sol o las velas, tienen un tono más rojizo, los teléfonos, las televisiones o las tabletas emiten luz azul de una longitud de onda diferente, que el cuerpo humano interpreta como horas de actividad.
Cada organismo es diferente, pero hay dos cronotipos
Hay dos «cronotipos» primarios: En primer lugar los madrugadores, o alondras, que se levantan siempre muy temprano. Por ejemplo el emprendedor británico Richard Branson, fundador de la empresa Virgin Records y Virgin Group, que se levanta a las cinco de la mañana todos los días. Luego están los trasnochadores, o búhos, que no apagan la luz hasta bien entrada la noche, les gusta dormir hasta tarde y para quienes el trabajo siempre empieza demasiado temprano.
«Los nuevos horarios de oficina tiene como objetivo unos trabajadores más productivos», titulaba el New York Times a finales de 2018. El artículo describe pormenorizadamente cómo cada vez más empresa animan a sus empleados a trabajar cuando su cuerpo está más despierto, con la ayuda de los horarios flexibles.
Más temprano, hoy, mañana: Trabajando en armonía con el reloj interno
Sin embargo, muchos empleados aun no son conscientes de su reloj interno. No en todos sitios se tiene en cuenta. «Nuestro cuerpo está dominado por ritmos internos que sólo advertimos cuando algo no va bien, por ejemplo cuando vivimos durante un periodo de tiempo prolongado en conflico con nuestro reloj interno, siguiendo el tiempo externo social y abstracto», escribe el autor y filósofo Rüdiger Safranski. Y continúa: «Conocemos el daño para la salud que supone trabajar turnos muy largos. Produce problemas de sueño, depresión y desórdenes cardiovasculares. Si vives durante mucho tiempo en conflicto con tus ritmos corporales, no vas a vivir mucho tiempo».
Cronobiología: Su potencial para el trabajo del futuro
«En el futuro, si queremos atraer y retener personal especializado, vamos a necesitar algo más que factores de motivación externos. La Generación Y espera un entorno de trabajo que tome en cuenta sus propias necesidades», explica Michael Wieden, autor de Chronobiology in HR Management. Una aproximación interesante es prestar más atención al reloj interno en el trabajo y cuando se planifiquen las horas de trabajo.
Así, el espacio de trabajo del futuro ofrecerá nuevas oportunidades para los empleados y la gestión de cómo van a trabajar mejor. Es más saludable para los empleados y más productivo para los empleadores, porque aquellos que aprendan a trabajar de acuerdo a sus propios biorritmos estarán más sanos y rendirán el total de su potencial en óptimas condiciones.
Reloj interno y bioritmos: Cómo orientarlos de forma óptima
¿Te interesa la cronobiología? Empieza anotando lo que observes en ti mismo para conocer mejor tus biorritmos. Presta atención a cuál es tu hora del día más activa. Usa esas horas para llevar a cabo las tareas más importantes. Anota en una tabla con una periodicidad de una hora o dos horas en qué momento haces determinado trabajo y si te sientes despierto o cansado, concentrado o distraído, energético o lento, creativo o no.
En general, la mayoría de las personas tienen mayor energía por las mañanas. Después de comer muchas ven bajar su rendimiento, para verlo aumentar al final de la tarde. Entonces el cuerpo cambia lentamente hacia el modo de relajación nocturno, excepto los búhos.